Título: Mystic City (I): La ciudad agua
Autor: Theo Lawrence
Editorial: Montena
Género: juvenil/romance/fantasía
Páginas: 432
ISBN: 978-84-15580-43-0
Dos familias enemigas, los Foster y los Rose, mueven los hilos invisibles de Nueva York. Tras años de ardiente confrontación, ahora la ciudad va ser testigo de un acontecimiento inaudito: Aria Rose y Thomas Foster, los primogénitos de cada familia, van a casarse, y su matrimonio simbolizará la unión inquebrantable de los dos linajes. Mientras tanto, en las Profundidades, un grupo de rebeldes trama una virulenta rebelión política que podría hacer temblar los pilares de la ciudad y acabar con todo lo que los Rose y los Foster han construido...
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Aunque la misma editorial incluya el libro dentro del género de la ciencia ficción/fantasía/romance juvenil, y aunque reconozco que tiene toques de estos géneros, para mí es un libro totalmente juvenil de romance, sin medias tintas.
Al principio, según el propio resumen del libro, nos presentan a Aria, una chica de la élite newyorkina, hija de una de las dos familias que ostentan el poder en la ciudad. Ella es una Rose. Su supuesto amante secreto es un Foster. Ambas familias han vivido enfrentadas desde siempre. Se supone que su amor es imposible. ¿No os suena el argumento? Ahh, pero si es otra versión moderna de Romeo y Julieta.... Nada original.
Bueno, pero es que resulta que se basa en una futurística New York, donde New York ahora es... Venecia!! ¿Cómo?! ¿Pero esto qué es? Pues sí. Una mezcla de New York y Venecia. Suerte he tenido, yo que no he viajado mucho, de haber visitado ambas ciudades y es obvio, como ha reconocido el propio autor, que se inspiró en Venecia para escribir su libro. New york sigue siendo New York, con las mismas calles, bocas de metro y barrios, solo que con lo típico de Venecia en ella. Cosa que me parece una aberración, un mundo construido a base de tópicos. Interesante, pero no me parece extremadamente original para llamarme la atención.
Por último, para añadir otro toque diferenciador, pero nada que no hayamos visto antes, resulta que desde hace años los mysticos han salido a la luz y viven en la gran, y ahora, aguada manzana (Lo sé, lo sé, es malísimo el chiste pero no he podido evitarlo). Gente que tiene poderes.... Hummm, creo haber leído algo por ahí sobre ello.
Como veis todos los aspectos que forman el escenario de esta historia por separado no muestran nada que no hayamos leído mil veces. Pero si los juntas, forma una idea atractiva. Al menos en apariencia. Bien cierto es que si le hubiéramos quitado algún ingrediente a la mezcla no habría llegado a cuajar.
Personalmente me pareció el inicio de un Romeo y Julieta, resultando ser un capitulo de Gossip Girl en una New York inundada, con magos de por medio. Aunque, no sé porqué, al final solo me da la impresión que es una película de gangsters.
No sé que ocurrió. Este libro tenía toda la pinta de funcionar, pero no consiguió atraparme. Creo que quiso abarcar mucho y al final se quedó rascando la superficie. Es el ejemplo de una buena idea que no sabe ser encauzada.
Quizá porque el misterio de lo que a todas luces parece al principio un triángulo amoroso, es obvio al llegar al tercer capítulo. Quizá porque toda la historia de los mysticos no tenía demasiado que aportar a todo lo que ya se ha escrito. Posiblemente es que los personajes no me han dicho nada. Aria es la típica niña rica, que un día le da por dejar de mirar por encima del hombro y se da cuenta que no todos tienen una vida de color de rosa. Comienza a comprender que el dinero no llueve de los árboles. Lo que me dice que hasta ese instante ha sido una superficial y que inquietudes tiene las mínimas. Pero, claro, aparece el guapísimo de turno, Hunter. El cual, no me dijo nada. Todas solemos acabar un poquito enamoradas del prota. Pero de Hunter, no.
Los demás personajes pasan sin pena ni gloria por libro. Así que empatía con los personajes, cero.
Cuando un libro no hace que desees devorar las últimas 20 páginas de golpe, algo ha perdido por el camino. Y este conforme avanza su historia debe de perder bastante. Porque tranquilamente me levanté a tender la ropa de la lavadora cuando estaba inmersa en el último capítulo.
Tiene continuación, pero sinceramente, si por casualidad cae en mis manos lo leeré, sino me dará igual no saber que ocurrió con Aria y su mystic y aguada city. Me quedo con la vibrante New York y con la romántica Venecia de la realidad, sin sucedáneos.
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Aunque la misma editorial incluya el libro dentro del género de la ciencia ficción/fantasía/romance juvenil, y aunque reconozco que tiene toques de estos géneros, para mí es un libro totalmente juvenil de romance, sin medias tintas.
Al principio, según el propio resumen del libro, nos presentan a Aria, una chica de la élite newyorkina, hija de una de las dos familias que ostentan el poder en la ciudad. Ella es una Rose. Su supuesto amante secreto es un Foster. Ambas familias han vivido enfrentadas desde siempre. Se supone que su amor es imposible. ¿No os suena el argumento? Ahh, pero si es otra versión moderna de Romeo y Julieta.... Nada original.
Bueno, pero es que resulta que se basa en una futurística New York, donde New York ahora es... Venecia!! ¿Cómo?! ¿Pero esto qué es? Pues sí. Una mezcla de New York y Venecia. Suerte he tenido, yo que no he viajado mucho, de haber visitado ambas ciudades y es obvio, como ha reconocido el propio autor, que se inspiró en Venecia para escribir su libro. New york sigue siendo New York, con las mismas calles, bocas de metro y barrios, solo que con lo típico de Venecia en ella. Cosa que me parece una aberración, un mundo construido a base de tópicos. Interesante, pero no me parece extremadamente original para llamarme la atención.
Por último, para añadir otro toque diferenciador, pero nada que no hayamos visto antes, resulta que desde hace años los mysticos han salido a la luz y viven en la gran, y ahora, aguada manzana (Lo sé, lo sé, es malísimo el chiste pero no he podido evitarlo). Gente que tiene poderes.... Hummm, creo haber leído algo por ahí sobre ello.
Como veis todos los aspectos que forman el escenario de esta historia por separado no muestran nada que no hayamos leído mil veces. Pero si los juntas, forma una idea atractiva. Al menos en apariencia. Bien cierto es que si le hubiéramos quitado algún ingrediente a la mezcla no habría llegado a cuajar.
Personalmente me pareció el inicio de un Romeo y Julieta, resultando ser un capitulo de Gossip Girl en una New York inundada, con magos de por medio. Aunque, no sé porqué, al final solo me da la impresión que es una película de gangsters.
No sé que ocurrió. Este libro tenía toda la pinta de funcionar, pero no consiguió atraparme. Creo que quiso abarcar mucho y al final se quedó rascando la superficie. Es el ejemplo de una buena idea que no sabe ser encauzada.
Quizá porque el misterio de lo que a todas luces parece al principio un triángulo amoroso, es obvio al llegar al tercer capítulo. Quizá porque toda la historia de los mysticos no tenía demasiado que aportar a todo lo que ya se ha escrito. Posiblemente es que los personajes no me han dicho nada. Aria es la típica niña rica, que un día le da por dejar de mirar por encima del hombro y se da cuenta que no todos tienen una vida de color de rosa. Comienza a comprender que el dinero no llueve de los árboles. Lo que me dice que hasta ese instante ha sido una superficial y que inquietudes tiene las mínimas. Pero, claro, aparece el guapísimo de turno, Hunter. El cual, no me dijo nada. Todas solemos acabar un poquito enamoradas del prota. Pero de Hunter, no.
Los demás personajes pasan sin pena ni gloria por libro. Así que empatía con los personajes, cero.
Cuando un libro no hace que desees devorar las últimas 20 páginas de golpe, algo ha perdido por el camino. Y este conforme avanza su historia debe de perder bastante. Porque tranquilamente me levanté a tender la ropa de la lavadora cuando estaba inmersa en el último capítulo.
Tiene continuación, pero sinceramente, si por casualidad cae en mis manos lo leeré, sino me dará igual no saber que ocurrió con Aria y su mystic y aguada city. Me quedo con la vibrante New York y con la romántica Venecia de la realidad, sin sucedáneos.
Puntuación: 3/5
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