Autor: Kiera Cass
Género: Juvenil
Editorial: HaperTeen (inglés) / Roca (español)
Precio: 7,33€ (Inglés - TB) / 14,95€ (Español - TB)
Páginas: 342
Sinopsis: Veinte años atrás, America Singer concursó en La Selección y conquistó el corazón del Príncipe Maxon. Ahora ha llegado el momento de La Selección para la Princesa Eadlyn. Ella no espera que su Selección vaya a ser la gran historia de amor como lo fue la de sus padres, pero al comenzar la competición, ella descubrirá que para descubrir su propia felicidad no será tan imposible como ella siempre había pensado.
*Nota: datos del libro de la publicación USA. Sinopsis extraída de la publicación en español. Lectura realizada en inglés.
- Contiene Spoilers de los libros anteriores -
Moría por leer este libro desde que vi que Keira Cass iba a seguir con la saga La Selección. Así que estaba muy ilusionada y en cuanto salió en inglés me hice con él (Como ya visteis en el Bookhaul de Mayo). No sé por qué, pero la historia y la ambientación de la Selección (la que llamaré a partir de ahora "la saga original" con Maxon y America) me encantó, aunque reconozco que no era una idea super original.
¿Qué pasa con esas historias en las que tienes altas expectativas? Sí, lo habéis adivinado, suelen decepcionarte. Y sí, este libro me ha decepcionado, bastante. Quizá porque no me ha encantado como los tres anteriores.
***
La historia comienza 20 años después de la Selección en la que participaron Maxon y America. Ahora son reyes y tienen cuatro hijos, entre ellos la primogénita, la princesa Eadlyn. Ella es la protagonistas de esta historia; una chica de 18 años que ha nacido y ha sido educada para ser reina.
Eadlyn no tiene tiempo para las cosas típicas de su edad (excepto para maquillarse y ir a la moda, eso Of course). Su única preocupación es ayudar a su padre a gobernar su nación. Pero la imagen de la monarquía empieza a decaer y los reyes deciden celebrar otra nueva Selección, esta vez para su hija Eadlyn. ¿Qué opina Eadlyn de esto? Pues no le gusta un pelo. No quiere casarse. No quiere tener citas con extraños. Ni siquiera quiere posar ante las cámaras fingiendo que esto le interesa. Pero, debe hacerlo, por el bien de la nación (ya puede notarse una nota de sarcasmo en mi voz ante este hecho).
Así que Eadlyn se encuentra "fingiendo" estar inmersa en esta nueva Selección para encontrar a su príncipe consorte. Así es como se instalan en palacio, nada más y nada menos, que 35 candidatos que aspiran ocupar el puesto vacante de marido. Y Eadlyn tiene que soportarlo y fingir que realmente es una Selección de verdad. Mientras finge, como viene siendo normal, acaba dándose cuenta que quizá le importe más de lo que pensó al principio.
El argumento parece interesante, no lo niego, y seguramente para aquell@s que amasteis la saga original pues no podréis dejar de leer este libro. Ahora bien, en este libro existen varios puntos que no me terminaron de convencer.
Por un lado esta nuestra protagonista: Eadlyn. Desde ya os dijo que aquell@s que no os gustó, o no terminasteis de empatizar, con America, Eadlyn os va a caer fatal al nivel de considerarla odiosa. ¿Por qué? Porque Eadlyn es una princesa, nacida entre algodones, destinada a ser reina. Por ese motivo, quizá por su educación, tener unos amantísimos padres y tener esa posición en la vida, es una mimada, soberbia, arrogante y vanidosa. A ratos superficial, a ratos un poco borde. No, yo no la llegué a odiar, porque comprendí por qué era así. Detrás de esa fachada hay una chica algo insegura, con miedo a mostrar sus sentimientos. Se exige tanto a sí misma que tiene miedo al fracaso. Cuando la gente se enfrenta a ella, cuando intentan llegar a su verdadero yo, cuando menguan su seguridad, entonces ella alza el muro y se pone esa máscara de superioridad desagradable. Aun así, no creo que eso sea motivo suficiente para según que actitudes o comentarios. Y si, a ratos, quise inyectarle en vena una gran dosis de humildad y realidad. Cada vez que decía "sabes que podría mandar que te ejecuten por eso" o "soy la mejor, la más poderosa, porque un día seré reina", deseaba que una horda de rebeldes atacaba el reino y la secuestraban para que viviera durante unas semanas en una campamento hippy (así soy yo de malvada jaja). A pesar de comprender el porqué de su carácter, el personaje no terminó de gustarme, hasta tal punto que no entendí porqué motivo alguien querría casarse con ella (excepto por la posición, las comodidades de palacio o porque es guapa... lo que no tiene nada de romántico).
Por otro lado están los candidatos. Nada más y nada menos que 35. Parece normal que con tanto chico suelto, pues cueste ubicarlos. Pero es que incluso al llegar al final me costó distinguirlos y conectar sus nombres con el tipo personaje que representaban, incluso en aquellos que aparecían en varias escenas. No vi un trabajo demasiado elaborado por parte de la autora (exceptuando Kile, Henri y Erik) en la creación de los personajes candidatos a marido de Eadlyn. No niego que mi apuesta ganadora para Eadlyn es Kile, y que Erik y Henri me gustaron bastante. Pero los otros chicos no me dijeron nada en absoluto, creo que muchos como personajes están faltos de matices (llegó un momento que dejé de intentar recordar nombre y quienes eran), tanto que yo no sabía ver la diferencia entre unos y otros. Además las descripciones físicas, algo muy típico de la autora, son muy pobres. Por lo que tampoco ayuda a diferenciar a los personajes. En cuanto que realmente sea bueno alguno como príncipe consorte.... en mi opinión solo había dos o tres que podían soportar la responsabilidad del cargo y enamorar a Eadlyn.
Lo que realmente me gustó fue ver a America y Maxon en el papel de padres y ver que siguen amándose tanto. La familia real me gustó bastante, sobre todo el peso y el rol que juegan cada uno en la vida familiar. Me pareció que los hermanos de Eadlyn eran de los personajes mejor perfilados y con más matices de todo el libro. Sobre todo me encantó Ahren, que tiene ese halo de príncipe azul. Sin embargo, me decepcionó un poquito encontrarme una America muy cambiada, me pareció que había perdido su esencia durante esos 20 años.
Feliz lectura!
Nimsay
Eadlyn no tiene tiempo para las cosas típicas de su edad (excepto para maquillarse y ir a la moda, eso Of course). Su única preocupación es ayudar a su padre a gobernar su nación. Pero la imagen de la monarquía empieza a decaer y los reyes deciden celebrar otra nueva Selección, esta vez para su hija Eadlyn. ¿Qué opina Eadlyn de esto? Pues no le gusta un pelo. No quiere casarse. No quiere tener citas con extraños. Ni siquiera quiere posar ante las cámaras fingiendo que esto le interesa. Pero, debe hacerlo, por el bien de la nación (ya puede notarse una nota de sarcasmo en mi voz ante este hecho).
Así que Eadlyn se encuentra "fingiendo" estar inmersa en esta nueva Selección para encontrar a su príncipe consorte. Así es como se instalan en palacio, nada más y nada menos, que 35 candidatos que aspiran ocupar el puesto vacante de marido. Y Eadlyn tiene que soportarlo y fingir que realmente es una Selección de verdad. Mientras finge, como viene siendo normal, acaba dándose cuenta que quizá le importe más de lo que pensó al principio.
El argumento parece interesante, no lo niego, y seguramente para aquell@s que amasteis la saga original pues no podréis dejar de leer este libro. Ahora bien, en este libro existen varios puntos que no me terminaron de convencer.
Por un lado esta nuestra protagonista: Eadlyn. Desde ya os dijo que aquell@s que no os gustó, o no terminasteis de empatizar, con America, Eadlyn os va a caer fatal al nivel de considerarla odiosa. ¿Por qué? Porque Eadlyn es una princesa, nacida entre algodones, destinada a ser reina. Por ese motivo, quizá por su educación, tener unos amantísimos padres y tener esa posición en la vida, es una mimada, soberbia, arrogante y vanidosa. A ratos superficial, a ratos un poco borde. No, yo no la llegué a odiar, porque comprendí por qué era así. Detrás de esa fachada hay una chica algo insegura, con miedo a mostrar sus sentimientos. Se exige tanto a sí misma que tiene miedo al fracaso. Cuando la gente se enfrenta a ella, cuando intentan llegar a su verdadero yo, cuando menguan su seguridad, entonces ella alza el muro y se pone esa máscara de superioridad desagradable. Aun así, no creo que eso sea motivo suficiente para según que actitudes o comentarios. Y si, a ratos, quise inyectarle en vena una gran dosis de humildad y realidad. Cada vez que decía "sabes que podría mandar que te ejecuten por eso" o "soy la mejor, la más poderosa, porque un día seré reina", deseaba que una horda de rebeldes atacaba el reino y la secuestraban para que viviera durante unas semanas en una campamento hippy (así soy yo de malvada jaja). A pesar de comprender el porqué de su carácter, el personaje no terminó de gustarme, hasta tal punto que no entendí porqué motivo alguien querría casarse con ella (excepto por la posición, las comodidades de palacio o porque es guapa... lo que no tiene nada de romántico).
Por otro lado están los candidatos. Nada más y nada menos que 35. Parece normal que con tanto chico suelto, pues cueste ubicarlos. Pero es que incluso al llegar al final me costó distinguirlos y conectar sus nombres con el tipo personaje que representaban, incluso en aquellos que aparecían en varias escenas. No vi un trabajo demasiado elaborado por parte de la autora (exceptuando Kile, Henri y Erik) en la creación de los personajes candidatos a marido de Eadlyn. No niego que mi apuesta ganadora para Eadlyn es Kile, y que Erik y Henri me gustaron bastante. Pero los otros chicos no me dijeron nada en absoluto, creo que muchos como personajes están faltos de matices (llegó un momento que dejé de intentar recordar nombre y quienes eran), tanto que yo no sabía ver la diferencia entre unos y otros. Además las descripciones físicas, algo muy típico de la autora, son muy pobres. Por lo que tampoco ayuda a diferenciar a los personajes. En cuanto que realmente sea bueno alguno como príncipe consorte.... en mi opinión solo había dos o tres que podían soportar la responsabilidad del cargo y enamorar a Eadlyn.
Lo que realmente me gustó fue ver a America y Maxon en el papel de padres y ver que siguen amándose tanto. La familia real me gustó bastante, sobre todo el peso y el rol que juegan cada uno en la vida familiar. Me pareció que los hermanos de Eadlyn eran de los personajes mejor perfilados y con más matices de todo el libro. Sobre todo me encantó Ahren, que tiene ese halo de príncipe azul. Sin embargo, me decepcionó un poquito encontrarme una America muy cambiada, me pareció que había perdido su esencia durante esos 20 años.
En general está Selección me pareció confusa, sin sentido y poco atractiva. Las escenas y trama fueron solo pasables y en algunos aspectos tuve la sensación que todo era demasiado forzado. Por ejemplo, Eadlyn mantiene una evolución paulatina en el libro, lo que me gustó, pero las situaciones que la llevaban a esos cambios de actitud eran muy forzadas (como ESE final... inexplicable). Todo el libro se sintió como los típicos libros de relleno que parecen buscar algo novedoso en una idea ya desgastada.
Sin embargo, tengo la esperanza que mejore en los siguientes libros, con la eliminación de esos candidatos que solo tienen la función de ser un número en este primer libro (Incluso en las últimas páginas seguían apareciendo nombres de chicos que ni se habían mencionado hasta entonces!)
Feliz lectura!
Nimsay
