martes, 10 de marzo de 2015

Delirios de escritora #1: Retomar la historia

Sé que tengo abandonado el blog. Pero tengo una buena excusa: Estoy escribiendo!! XD

Creo que los lectores en general no se dan cuenta de las horas que conlleva escribir un libro... Yo lo hago! Es decir... avanzo en mis buenos días (teniendo en cuenta que tengo una vida que debo fingir seguir) como cinco páginas de Word al día. Y me desespero porque mis dedos no van tan rápido como las escenas y diálogos desarrollándose en mi cabeza! Suelo ser una persona paciente, excepto cuando escribo: aggh, ¡me frustra mi propia lentitud!

Es gracioso poder estar a ambos lados de visión de un libro: como lectora y como escritora. Quizá por eso soy tan crítica en mis reseñas. Me percató de los fallos que igual un lector no se molesta en analizar. Porque he pasado por el proceso creativo y sé que cosas se han omitido. Noto cuando el escritor simplemente utiliza a los personajes como títeres para representar unas escenas, en una ambientación más o menos original. Representa que no ha hecho un esfuerzo en comprender y crear a sus personajes a la perfección. Un esfuerzo que a veces es enorme. Es en la construcción de los personajes  donde se dan las incoherencias en los personajes. Ahí reside que el lector sienta cierta empatia hacía los personajes.

Cada vez que debo seguir una historia por donde la dejé la noche anterior, conlleva algo más que sumergirme en la historia: es meterme en la mente del personaje, hasta ser el personaje. Sentir como sentirían los personajes según su pasado, hacerlos actuar en consecuencia a ello en el presente. Es un esfuerzo tremendo, porque a veces, si realmente has construido previamente a la historia tu personaje, éste no se deja llevar por la historia que tu quieres contar. A veces el personaje habla por si mismo. Entonces tienes que volver a su pasado, deshacer y rehacer hasta que cuadre naturalmente personaje con acción. ¿Ahora comprendéis a lo que me refiero? Si noto que escritor no ha pasado por ese proceso, esta diciendo que no se ha sumergido en la historia, que no ha dedicado ni dos horas de su vida en pensar en sus personajes. La historia puede tener la mejor ambientación, utilizar la retórica como el más versado de los poetas, estar plagado de originalidad, pero si los personajes están mal construidos a mí el libro no me trasmite nada. Y mi puntuación hacia el libro y el escritor decae.

El hecho es que uno de mis problemas a la hora de escribir es que soy incapaz de mantenerme escribiendo una única historia durante días. Salto de historia en historia, de género en género. Quizá es que la constancia no es mi fuerte. Así que me tiro más tiempo mimetizándome con la historia, en empaparme del personaje, que en escribir realmente.

El problema es que cuando estoy metida en la historia realmente, son las tantas de la madrugada, y una tiene que seguir con su vida, y madrugar. Así que me obligo a mi misma a soltar mi teclado -a pesar de todas esas escenas que me piden a gritos que las redacte- y me voy a dormir. Pero no llego a dormirme. Porque mi mente sigue y sigue imaginando. Odiando tener que madrugar y tener que seguir con el orden natural: dormir por la noche y vivir por el día. Así que por la mañana me levanto sin apenas haber dormido XD Y si queréis saberlo, considero que escribir me roba parte de mi vitalidad jajajja Es mi droga particular. Cuando me atrapo a mi misma en una historia, puedo estar obsesionada con ella por días. Si mi inspiración muere, puedo olvidar la historia por meses.

El problema de no haber finalizado ninguno de mis libros, solamente soy yo, que me auto boicoteo. Pero lo tengo asumido como acepto cada uno de mis defectos.

Deseadme una buena inspiración!!

Nimsay


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