sábado, 7 de marzo de 2015

Clásicos y otros retos

Buenas!!!

Reconozco que esta semana he tenido algo abandonado el blog. Me disculpo ante vosotros.

No penséis que no he leído últimamente, porque sí, lo he hecho. Siempre estoy leyendo. Me encanta leer, que le voy hacer :P

Pero me he impuesto algunos "retos" para este nuevo año. Básicamente se reducen a dos:

1. Leer clásicos. Mínimo uno a la semana.

2. Leer un libro en inglés al mes.

Puede que parezca que no soy muy ambiciosa en cuanto a mis retos, pero si me conocieras sabrías que no soy muy constante en nada, sobre todo cuando se refiere a imposiciones ya sean externas o autoimpuestas. En cuanto me siento mínimamente forzada a hacer algo, no solo se me quitan las ganas, si no que inconscientemente me rebelo. Por eso repelo las modas. Siiippp, esa soy yo: una rebelde literaria sin causa :) Así que soy realista en cuanto a lo que me pido a mi misma.

Está semana he estado atascada con el reto 1.

En caso es que leerse un clásico no suele ser ameno. Los clásicos suelen ser densos. Porque básicamente están escritos en otra época, con palabras en desuso. Lo siento pero me niego a creer que Shakespeare hubiera usado un lenguaje tan bellamente rebuscado si hubiera nacido en pleno siglo veintiuno. Simplemente, no. Otra época, otro lenguaje.

Hablando de Shakespeare, esta semana estuve enfrascada con Hamlet (me avergüenza reconocer que a mi edad es el primer libro de Shakespeare que me leo)Pensaba hacer una reseña sobre él para la sección Volviendo a los clásicos pero no creo que la haga, porque sinceramente sería igual que si un ciego pretendiera describir un amanecer (sin ánimo de ofender a los ciegos). Ni estoy preparada académicamente ni tengo la experiencia para analizar una obra de Shakespeare. Además la edición que leí tenía una traducción tan pésima que incluso yo me percaté que no cuadraba. Pero me quedo con la esencia (Básicamente que Hamlet está un poco mal de la cabeza y Shakespeare nos enseña que la venganza solo causa más venganza y dolor) y con unas cuantas citas admirables que van más allá del "ser o no ser; ese es la cuestión", que reservaré para la sección de citas :)

Imagen de la Película Hamlet 


Cumplí doblemente con mi reto y me leí el Principito. ¡Qué libro más hermoso! Sí, quizá haga una reseña sobre él. Me lo pienso y os cuento XD

Si es que es cuki hasta el dibujo

A lo que iba con el motivo de esta entrada. Me he impuesto leer clásicos, no porque me encanten (Aunque algunos sí). Tampoco porque quiera ser pedante. Ni darme aires en este blog de nada. Simplemente lo hago para culturizarme, para mejorar mi escritura y dar alas a mi imaginación.

Creo que uno no piensa demasiado en Julio Verne, Shakespeare, las Brönte, Dickens o cientos de autores clásicos más, hasta que no se pone a escribir una novela (o poesía). Cuando escribes entonces tu admiración crece hacía los escritores en general, pero particularmente hacía aquellos autores que crearon unas historias capaces de permanecer en nuestra memoria e incluso atrapar al lector después de haber sido escritos hace cientos de años. La aspiración de cualquier autor que se precie es crear esa historia tan fascinante que sea digna de ser recordada después de su muerte.

Así que, puesto que decidí centrarme en mi escritura y terminar unas cuantas de mis historias este año, me propuse leer clásicos.

De esa manera, llegué a rebuscar en las estanterías de casa. ¡Y qué ven mis ojos! ¡Resulta que hasta tengo una versión del Quijote olvidada en una de las estanterías del comedor! En general mi familia es aficionada a la lectura, aunque no a mi nivel enfermizo. Así que no debería sorprenderme. Pero lo hace.

Fue así como me pregunté por qué ansiosamente estamos buscando leer nuevos títulos y buscando reseñas como locos cuando seguramente tenemos en nuestra casa o en la biblioteca próxima historias que fueron tan buenas hace dos cientos años que aun hoy siguen publicándose.

Me llevé una sorpresa cuando encontré una copia del Quijote, de Frankestein, de Sherlok Holmes o de la Vuelta al mundo en 80 días. Pequeños tesoros cogiendo polvo, olvidados al final del todo de los estantes superiores.



Como Frankestein estaba en mi lista de pendientes, ha pasado de ser un tesoro olvidado a ocupar un lugar privilegiado en mi mesita de noche (Al menos durante una semana).

Feliz Lectura!!

Nimsay


No hay comentarios:

Publicar un comentario